Carta abierta y mensaje del General Uscátegui

Cordial saludo,

 

Soy el Brigadier General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez, serví con distinciones al Ejército colombiano durante más de 30 años.[1]

 

En mayo de 1999 la justicia colombiana me vinculó a la investigación de la masacre de Mapiripán, la cual se produjo en julio de 1997 cuando un grupo de paramilitares llegó al municipio de Mapiripán (Meta) y asesinó a un grupo indeterminado de personas, asegurando que eran auxiliadoras de la guerrilla.

 

Llevo los últimos 15 años enfrentando falsas acusaciones y la mayor parte de este tiempo he estado privado de la libertad. Los cargos en mi contra se resumen en asegurar que yo era el comandante militar de la zona, estaba debidamente informado de la incursión paramilitar y contaba con los medios para evitar la masacre. Nada de esto es cierto: durante julio de 1997, yo no tenía mando operacional sobre las tropas responsables de Mapiripán, tampoco estaba debidamente informado de la actividad de los paramilitares y mucho menos tenía medios para operar en una zona distinta a la de mi jurisdicción.

 

La masacre de Mapiripán fue una operación militar de gran magnitud. Está demostrado que los paramilitares viajaron en dos aviones desde el Urabá Antioqueño, llegaron al aeropuerto de San José del Guaviare y se transportaron hasta Mapiripán por vía terrestre y fluvial. Estas rutas estaban custodiadas por miembros de la Fuerza Pública, distintos a los que estaban bajo mi mando, e infortunadamente ellos fueron cómplices de los paramilitares.    

 

En mi afán por defenderme, he ido descubriendo uno a uno a los autores intelectuales y materiales de la masacre, y cada nuevo descubrimiento lo he denunciado públicamente para que se administre justicia. Inexplicablemente, mis denuncias no han sido atendidas por el Estado colombiano, cuyo único interés parece ser condenar a un General inocente para desviar la investigación.

 

Hay Organizaciones de Derechos Humanos, nacionales e internacionales, que han promovido falsas acusaciones en mi contra. Éstas quieren, a toda costa, la cabeza de un General condenado por paramilitarismo y conmigo se les ha facilitado el botín. Como pueden ver, todo el mundo se beneficia con mi condena.

 

En noviembre de 2007, mi lucha por demostrar mi inocencia rindió sus frutos y un Juez de Bogotá me absolvió. Sin embargo, en noviembre de 2009, un Tribunal de mayor jerarquía decidió revocar la absolución y condenarme a 40 años de prisión. Esta es una condena injusta que desconoce las pruebas de mi inocencia e incurre en falsedades evidentes.

 

Actualmente, estoy detenido en un centro de reclusión en Bogotá y seguiré luchando con mi familia hasta demostrar mi inocencia y recuperar mi libertad. 

 

Agradezco su atención y difusión,

 

BRIGADIER GENERAL (R) JAIME HUMBERTO USCATEGUI RAMÍREZ



[1] Ascenso a Oficial del Ejército de Colombia (1968); Graduado del Curso de Estado Mayor Compiegne (Francia, 1982); Comandante del Batallón Colombia (1986); Graduado del Curso de Comando y Estado Mayor Fort Leavenworth, Kansas (EE.UU., 1988); Comandante de la Escuela de Infantería (1988-1990); Asesor del Colegio Interamericano de Defensa (Washington, 1994-1995); Ascenso a Brigadier General (1996); Comandante de la Séptima Brigada (1997); Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (1998); Comandante de la Segunda División (1999).

DESALOJO Y AGRESIÓN

MURO DE LA VERDAD

Varias caras, una misma verdad

(Haga click en cada personaje para ver su testimonio)









LANGOSTAS Y LARVAS

La masacre de Mapiripán parece ser un eslabón de una cadena transnacional de venta ilegal de armas, narcotráfico, corrupción y crimen, conocida como "Operación Langostas y Larvas". Leer completo aquí.

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